- Solo por amor (Miguel Hernández)
- El niño yuntero (Miguel Hernández)
- El herido (Miguel Hernández)
- Vals de los enamorados (M. Hernández)
- Nanas de la cebolla (Miguel Hernández)
- Mi casa (Miguel Hernández)
- Parábola (Antonio Machado)
- He andado muchos caminos (A. Machado)
- Romance burlesco (Quevedo)
- Cuando pitos, flautas (Góngora)
- Elogio de la mujer chiquita (A. de Hita)
- Hablando, hablando (Blas de Otero)
- Mademoiselle Isabelle (Blas de Otero)
- No sirves para nada (J. Agustín Goytisolo)
- Por mi mala cabeza (J. Agustín Goytisolo)
- Como la piel de un fruto (J. Agustín Goytisolo)
- Soldado no (José Agustín Goytisolo)
- Una historia de amor (J. Agustín Goytisolo)
- La butuba (Nicolás Guillén)
- Coplas americanas (Nicolás Guillén)
- No sé por qué piensas tú (Nicolás Guillén)
- El amor (Pablo Neruda)
- El criado (Gabriel Celaya)
que son míos
y conozco qué senderos
recorrieron
en noches perdidas,
en tardes difíciles
y en eso otro día
que creí volar.
Todas las estrellas (1982)
Por las blandas dunas de tu cuerpo
echaré a andar,
con las tempestades de tu cuerpo
te podré hablar
y decirte que una noche eterna
surge en nuestras húmedas cavernas
creadas para amar.
Como un torbellino de sentidos
caóticos
sin orden ni regla en nuestra huida
a nosotros,
amarnos para hacernos diferentes
romper el hilo que ata nuestra mente
y echarnos a volar.
Y cruzar en vuelo los abismos
hasta llegar
allí donde yace un sol dormido
que estallará
y un temblor sacudirá nuestras pupilas,
nuestros cuerpos se abrirán por mil salidas
y desde el centro mismo de la herida
la vida brotará.
¡Qué lejos queda!
Qué lejos quedan
esas búsquedas desesperadas,
las tardes enamoradas,
qué lejos quedan, qué lejos!
El tiempo se encarga de eso
y todo lo vuelve nada.
Qué lejos queda
la fuerza de una palabra
sin temor de pronunciarla.
Qué lejos queda, qué lejos!
Ya no me juego el pellejo
en andar rompiendo jaulas.
¿Quién esperó tanto?
¿Quién sabe de llantos?
¿Quién sabe de amores?
¿Quién de esos dolores
que nos cuestan tanto?
Dejamos la vida en cada canto
por querer hallar las flores.
Qué lejos quedan
las ganas de hallar caminos,
de pelear contra molinos.
Qué lejos queda, qué lejos!
Ya se ha cerrado el espejo
Ya se ha quebrado el hechizo.
¿Quién esperó tanto?
¿Quién sabe de llantos?
¿Quién sabe de amores?
¿Quién de esos dolores
que nos cuestan tanto?
Dejamos la vida en cada canto
por querer hallar las flores.
Qué lejos queda
su rostro pegado al mío
dando a la vida sentido.
Qué lejos queda, qué lejos!
Ya voy solo y no me quejo,
parece ser mi destino.
El paréntesis (1984)
(Grabado en 2002)
Quisiera que vosotros no me viérais:
casi dos años que habito en esta cueva.
Fue importante, te hablé sobre el Paréntesis,
todo sucede como a la Luna Nueva:
Nadie la ve,
pero ella está ahí.
Hay que dejarse llevar, palpar a ciegas.
“Cree en mí, tan sólo cree en mí
y hallarás la Luz que tanto anhelas.”
Como un gusano anduve por el suelo,
con bombas bombardearon mi conciencia,
con vallas rodearon mi deseo,
en hormas agrandaron mi conciencia:
Me derrumbé
y ahora voy así,
con una venda y una joroba a cuestas.
“Piensa en mí, tan sólo piensa en mí,
y hallarás la Luz que tanto anhelas.”
Cada sombra que piso me delata,
cada brillo en los ojos que me niega
todo lo que un día maté hoy me desangra,
a veces su espesor me ata las piernas,
clava mis pies,
me impide seguir.
Entonces ella susurrando se me acerca:
“Ven a mí, tan sólo ven a mí,
vivirás en la Luz que tanto anhelas.”
Sigue el juego, es el rito otra vez:
otro guiño a la soledad.
Ponme dos cervezas, por favor,
mientras voy pensando en qué contar.
No hay engaño, es la senda a seguir.
Pasa un trago, esto puede ayudar.
Ya es la hora de la decisión.
Déjame saber si esto es verdad
o si lo que nos falta es valor,
si es así, yo no puedo hacer más.
No puedo ayudarte ahora, ya ves
te dejo a ti la escena final.
Esos pantalones te van bien.
Ya es muy tarde, me debo marchar…
¿Y mañana qué tienes que hacer?
no me digas que vas a estudiar…
Y la escena se alarga a mis pies
De sus labios: “Otra vez será.”
Influenciado por el autor canadiense L. Cohen, en esos años adapté varias de sus canciones. Comparto aquí una de ellas:
"Hey, that's no way to say goodbye" (Hey, no es esa la mejor manera de decir adiós)
(Leonard Cohen / Adaptación: A. Selfa)
Te amé por la mañana
y tu pelo en la almohada
como una tormenta de oro.
Sé que no somos distintos,
como tú y yo ya se amaron,
como tú y yo sonrieron
en la ciudad y en la selva.
ambos hemos de intentarlo.
Tus ojos se entristecieron:
Hey, no esa la mejor manera
de decir adiós.
cuando vago por mi tiempo.
Llévame hasta esa esquina,
nuestros pasos irán siempre unidos.
Mi amor va contigo
como el tuyo permanece en mí,
sólo cambia la manera,
como el surco del mar en la arena.
que no pueden separase.
Tus ojos se hundieron:
***
(Conxa M. Trigo / A. Selfa) (1990)
CORAZÓN (1991)
(Grabado en 1991)
Hoy llegas de pronto
y sin avisarme
e intentas salvarme
de mi realidad.
El intento es corto,
no da la medida
y en mi nueva vida
hallo otra verdad.
Corazón,
pregunta a tu espejo qué hacer,
corazón,
si temes que lejos
pudieras llegarte a perder.
Corazón,
la vida es continua elección
y no hay más camino
que el suave latido de tu voz.
Nunca te retrases
si el tiempo te avisa
porque más aprisa
llega otra señal.
Y el camino es largo,
sinuoso y estrecho,
y siempre hay un trecho
que ir más allá.
Corazón...