PRIMERAS CANCIONES


Cuando cogí una guitarra con 15 años y quise crear canciones, lo primero que hice fue poner música a poemas de Miguel Hernández, Nicolás Guillén, Pablo  Neruda, J.A. Goytisolo, Machado, Blas de Otero, etc, etc... Pero no tardé mucho en escribir mis propios textos. Mis primeras composiciones (estoy hablando de los años 80) estaban influenciadas por cantautores clásicos (Paco Ibáñez, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Aute, L. Cohen, Moustaki, Víctor Jara, etc). 



Algunos de los poemas que musicalicé
en esos primeros años:
 
  • Solo por amor (Miguel Hernández)
  • El niño yuntero (Miguel Hernández)
  • El herido (Miguel Hernández)
  • Vals de los enamorados (M. Hernández)
  • Nanas de la cebolla (Miguel Hernández)
  • Mi casa (Miguel Hernández)
  • Parábola (Antonio Machado) 
  • He andado muchos caminos (A. Machado)
  • Romance burlesco (Quevedo)
  • Cuando pitos, flautas (Góngora)
  • Elogio de la mujer chiquita (A. de Hita)
  • Hablando, hablando (Blas de Otero)
  • Mademoiselle Isabelle (Blas de Otero)
  • No sirves para nada (J. Agustín Goytisolo)
  • Por mi mala cabeza (J. Agustín Goytisolo)
  • Como la piel de un fruto (J. Agustín Goytisolo)
  • Soldado no (José Agustín Goytisolo)
  • Una historia de amor (J. Agustín Goytisolo)
  • La butuba (Nicolás Guillén)
  • Coplas americanas (Nicolás Guillén)
  • No sé por qué piensas tú (Nicolás Guillén)
  • El amor (Pablo Neruda)
  • El criado (Gabriel Celaya)
 

 
 
Algunas de las canciones que compuse
entre 1981 y 1991:


¿Qué haré de ti? (1981)



(Grabado de 2012)

Qué haré de ti ahora que ya te vas?
Que haré del beso de tu ropa?
Qué haré sin que me nombres?
Qué haré sin tus oídos,
sin tu dedo torcido,
sin tu vientre de rosas?
 
Qué haré de ti ahora que ya no estás? 
Qué haré del mundo de tu boca?
Qué pintaré en tus ojos
que no esté ya pintado?
Y qué triste ha quedado
la luna y su memoria.

Los pájaros so ya de otro color,
ya no son de color de aurora,
porque un viento nevado
en plena primavera
ha saltado a mi vera
con tu nombre en su boca.
 
 
***

Yo conozco unos ríos 
(1982) 

 
(Grabado en 2012)


Ya hace tiempo que no lloro,
ya han pasado algunos meses,
se han mojado algunas calles.
Ya cantó la lluvia a coro
con el trueno y los peces
aún pasean por los mares.
Pero mi rostro sediento
ya hace tiempo
que en sus senderos no nota
una gota
de la húmeda vida que encierra una lágrima,
ese hondo placer que se siente al llorar.
 
Ya hace tiempo que no lloro,
ya han caído algunas nubes,
ya me queman otras huellas.
Pero mis hondos tesoros
las monedas no los cubren,
ni siquiera las más bellas.
Yo conozco unos ríos
que son míos
  y conozco qué senderos
recorrieron
en noches perdidas,
en tardes difíciles
y en eso otro día
que creí volar.
 
 
***

Todas las estrellas (1982)

Todas las estrellas del mundo
se agolpan en tu frente
por iluminar el camino
que a este siglo sostiene.

Todos los astros apuntan
en hilera hacia tus pechos
por indicar que en las sombras
relucirán aún más bellos.




La vida brotará
(1983)
 
 

Por las blandas dunas de tu cuerpo

echaré a andar,

con las tempestades de tu cuerpo

te podré hablar

y decirte que una noche eterna

surge en nuestras húmedas cavernas

creadas para amar.


Como un torbellino de sentidos

caóticos

sin orden ni regla en nuestra huida

a nosotros,

amarnos para hacernos diferentes

romper el hilo que ata nuestra mente

y echarnos a volar.


Y cruzar en vuelo los abismos

hasta llegar

allí donde yace un sol dormido

que estallará

y un temblor sacudirá nuestras pupilas,

nuestros cuerpos se abrirán por mil salidas

y desde el centro mismo de la herida

la vida brotará.



Acompañando a mi hermano Paco. 
Mis comienzos en los escenarios.
 

***

¡Qué lejos queda! 
  (1984)
 
 
 (Grabado en 2012)

Qué lejos quedan

esas búsquedas desesperadas,

las tardes enamoradas,

qué lejos quedan, qué lejos!

El tiempo se encarga de eso

y todo lo vuelve nada.


Qué lejos queda

la fuerza de una palabra

sin temor de pronunciarla.

Qué lejos queda, qué lejos!

Ya no me juego el pellejo

en andar rompiendo jaulas.


¿Quién esperó tanto?

¿Quién sabe de llantos?

¿Quién sabe de amores?

¿Quién de esos dolores

que nos cuestan tanto?

Dejamos la vida en cada canto

por querer hallar las flores.


Qué lejos quedan

las ganas de hallar caminos,

de pelear contra molinos.

Qué lejos queda, qué lejos!

Ya se ha cerrado el espejo

Ya se ha quebrado el hechizo.


¿Quién esperó tanto?

¿Quién sabe de llantos?

¿Quién sabe de amores?

¿Quién de esos dolores

que nos cuestan tanto?

Dejamos la vida en cada canto

por querer hallar las flores.


Qué lejos queda

su rostro pegado al mío

dando a la vida sentido.

Qué lejos queda, qué lejos!

Ya voy solo y no me quejo,

parece ser mi destino.




***
 
 
 

El paréntesis (1984)

 


(Grabado en 2002)

 

Quisiera que vosotros no me viérais:

casi dos años que habito en esta cueva.

Fue importante, te hablé sobre el Paréntesis,

todo sucede como a la Luna Nueva:

Nadie la ve,

pero ella está ahí.

Hay que dejarse llevar, palpar a ciegas.

“Cree en mí, tan sólo cree en mí

y hallarás la Luz que tanto anhelas.”


Como un gusano anduve por el suelo,

con bombas bombardearon mi conciencia,

con vallas rodearon mi deseo,

en hormas agrandaron mi conciencia:

Me derrumbé

y ahora voy así,

con una venda y una joroba a cuestas.

“Piensa en mí, tan sólo piensa en mí,

y hallarás la Luz que tanto anhelas.”


Cada sombra que piso me delata,

cada brillo en los ojos que me niega

todo lo que un día maté hoy me desangra,

a veces su espesor me ata las piernas,

clava mis pies,

me impide seguir.

Entonces ella susurrando se me acerca:

“Ven a mí, tan sólo ven a mí,

vivirás en la Luz que tanto anhelas.”




 
Exilio (1985)

(Grabado en 2002)


No hay lugar para mí en ella:
abre tu recodo en la acera
de los que caminan a su lado.

Junto a una vara de incienso
las Memorias de un mujeriego
me prometen llegar hasta el fondo:

“Ha sido duro el tiempo pasado
desde que dejé el Jardín…”
“…y no pienso volver a la Rosa”. (*)

Desde que murió la diosa
anduve asesinando sombras
para alcanzar el proximo escalón.

Anduve enredado en los cuerpos,
quise acabarlo pronto, pero
el barro era demasiado espeso.
 
Tu serás mi último destierro,
tú serás la última estación
de la que salga un muerto: yo.

(*) Del libro de poemas: "Memorias de un mujeriego", 
de Leonard Cohen





              
Escena final (1987)


Sigue el juego, es el rito otra vez:

otro guiño a la soledad.

Ponme dos cervezas, por favor,

mientras voy pensando en qué contar.

No hay engaño, es la senda a seguir.

Pasa un trago, esto puede ayudar.


Ya es la hora de la decisión.

Déjame saber si esto es verdad

o si lo que nos falta es valor,

si es así, yo no puedo hacer más.

No puedo ayudarte ahora, ya ves

te dejo a ti la escena final.


Esos pantalones te van bien.

Ya es muy tarde, me debo marchar…

¿Y mañana qué tienes que hacer?

no me digas que vas a estudiar…

Y la escena se alarga a mis pies

De sus labios: “Otra vez será.”



                                                   ***
 

Influenciado por el autor canadiense L. Cohen, en esos años adapté varias de sus canciones. Comparto aquí una de ellas:


"Hey, that's no way to say goodbye" (Hey, no es esa la mejor manera de decir adiós)
(Leonard Cohen / Adaptación: A. Selfa)

 

Te amé por la mañana 

nuestros besos fueron dulces
y tu pelo en la almohada
como una tormenta de oro.
Sé que no somos distintos,
como tú y yo ya se amaron,
como tú y yo sonrieron
en la ciudad y en la selva.
Mas llegó el momento de alejarnos,
ambos hemos de intentarlo.
Tus ojos se entristecieron:
 
Hey, no esa la mejor manera
de decir adiós.
 
No voy buscando a otra
cuando vago por mi tiempo.
Llévame hasta esa esquina,
nuestros pasos irán siempre unidos.
Mi amor va contigo
como el tuyo permanece en mí,
sólo cambia la manera,
como el surco del mar en la arena.
Mas no hablemos de amor o cadenas
que no pueden separase.
Tus ojos se hundieron: 
Hey, no es esa la mejor manera
de decir adiós.








SI YO TE PUDIERA DAR  
(1988)
  
 
(Grabado en 1992)

Si yo te pudiera dar 
los viajes que aún no he hecho,
el fruto de otros senderos,
la Luna que me olvidé de mirar…

Si yo te pudiera dar
la sangre de mi memoria,
la lluvia más poderosa,
el agua con que poderte curar….

Si todo mi amor bastara,
mi amor todo te lo doy,
si todo lo que yo soy
sirviera para quitar
esa pena de tus ojos,
mi ser todo te lo entrego,
lo que tengo y aún no tengo,
si yo te pudiera dar.

Si yo te pudiera dar
el tiempo que nos robaron,
el tiempo que hemos perdido,
el tiempo que se nos fue y se nos va…

Si yo te pudiera dar
la audacia que nunca tuve,
la prisa que se hizo nube,
todo el valor y la fe para andar…

Si todo mi amor bastara…
 

***


COMO UN HALCÓN   (1989)

Era una caricia, un corazón
que habita lejos donde el mar no es más
que sal y espuma blanca
Adiós, adiós amor, no volverás,
otra vez soy el tiempo que quedó
tendido hacia la nada

Como un halcón
ofreces a la luna una cintura
que se abre...
No tuviste miedo de volar,
ya ves que la locura
es como fuego y en su hermosura
todo arde...

Era la premura de saber
si en soledad podríamos tener
algún destello nuevo.
Y ahora te retiras con un barco azul
anclado en tu mirada que
se funde en cielo abierto...

Como un halcón...
 
 
****



EL DUENDE TARAMBANA
(Conxa M. Trigo / A. Selfa) (1990)
 
(Grabad en 1992)


Corría el fin de los 80,
un duendecillo generoso
animó amantes en reposo
repartiendo canela y menta

Nos despertó sin darnos cuenta,
nos columpió en su linda rama,
nos acunó en alada cama:
fuimos color en la tormenta

Nos elevamos en un vuelo
en un amor de caramelo
y pan

Sólo un abrazo y ya tenemos
toda la luz del mediodía,
la fortaleza y la alegría,
un Universo, por lo menos.

Nos elevamos en un vuelo…


 
 

CORAZÓN (1991)


 

(Grabado en 1991) 

 

Hoy llegas de pronto

y sin avisarme

e intentas salvarme

de mi realidad.

El intento es corto,

no da la medida

y en mi nueva vida

hallo otra verdad.


Corazón,

pregunta a tu espejo qué hacer,

corazón,

si temes que lejos

pudieras llegarte a perder.

Corazón,

la vida es continua elección

y no hay más camino

que el suave latido de tu voz.


Nunca te retrases

si el tiempo te avisa

porque más aprisa

llega otra señal.

Y el camino es largo,

sinuoso y estrecho,

y siempre hay un trecho

que ir más allá.

 

Corazón...